El Karate en la Tercera Edad

“Todas las partes del cuerpo, cuando se ejercitan con moderación, se vuelven más sanas y envejecen más despacio pero si no se usan y se abandonan es presa fácil para la enfermedad y envejecen más rápidamente”

(Hipócrates)
El valor del ejercicio y del movimiento corporal especialmente para los mayores se ha reconocido desde la antigüedad. Todos envejecemos, los profesores de karate en occidente no son como no lo pintan de Oriente, la realidad es que se nos exige que seamos competitivos, sino pereceremos. Ahora somos jóvenes, el karate en nuestro país, lleva relativamente poco tiempo, pero todos los que de una otra forma nos dedicamos profesionalmente al Karate, dentro de escasamente 15 ó 20 años estaremos en edad de jubilación. ¿Que hacer entonces, si la sociedad nos reclama competitividad. Si esta sociedad nos pide que nuestro karate tenga un componente importante de “Deporte” y por ende debemos preparar deportistas, creo que nosotros mismos con 55 ó 65 años, nuestra capacidad para estos menesteres estará relativamente mermada. Si lo que queremos es seguir en activo impartiendo la enseñanza del Karate-Do, nuestra visión del mismo y de su pedagogía, deberá de amoldarse. Nosotros avanzamos en edad, pero la sociedad avanza igualmente hacia una sociedad de Jubilados, queramos o no, debemos de adaptarnos y hacer que el karate perdure en beneficio de esa sociedad, pero hay que empezar desde ya. Todos sabemos que el Karate esta llegando a todos los sectores de población ¿Porque no llegar también a la Tercera Edad?.


¿QUE SON LA TERCERA EDAD Y LA CUARTA EDAD?

Entre los 60 años (la edad aproximada de la jubilación) y los 90 años hay 30 años. Y es un error poner en el mismo saco a las personas de 60 años y a las de 90. Imaginémonos la diferencia que hay entre una persona de 10 años y otra de 40…Ahora bien, hay tanta diferencia entre uno de 60 y uno de 90, como entre uno de 10 y uno de 40 años. Y sin embargo no tenemos costumbre de impartir el mismo karate a los niños, a los adolescentes y a los de edad adulta. Esta es la razón por la cual debemos ver las nociones de tercera edad y cuarta edad que están basadas falsamente en un estado civil. La definición de la tercera edad no se refiere a la que comienza a los 60 o 65 años, sino a la edad que comienza con la jubilación. Para unos puede ser a los 50, para otros a los 70. Es una noción puramente económica, se refiere a la edad de los que se convierten en improductivos a los ojos de la legislación.

En cuanto a la cuarta edad, se dice que comienza a los 75 años. La cuarta edad es la edad de la dependencia. Es la edad a partir de la cual uno se convierte en dependiente. Dependiente de su cónyuge, de su familia, de su círculo de amistades, dependiente del Estado.

Los jubilados de la tercera edad son válidos, por lo tanto independientes; válidos tanto en lo motor como en lo psíquico. De hecho, éstos escapan al dominio de la prevención de la cuarta edad, que es la de la dependencia, ya que con estos últimos hay que actuar a través de curas de movimiento, nunca a través de una actividad como puede ser la del Karate-Do.

!Si!, rotundamente Si.

En una sociedad competitiva, regida por férreos intereses comerciales y que pone el acento en el consumismo más desaforado, la vida humana es valorada según el déficit y el haber de su rendimiento económico. En consecuencia, ¿para qué sirve el anciano? Produce poco o nada, es dependiente de los demás, su nivel de consumo es ínfimo, genera muchos más gastos que beneficios, por consiguiente es poco rentable para los gimnasios. Cuenta con más pasado que futuro, tiene que ver más con los recuerdos que con los proyectos, por lo tanto no sirve para ganar campeonatos; en serio, ¿para qué sirve un anciano?. Por supuesto, hay otras maneras de entender la vida de las personas y que, de hecho, no necesitan apelar a criterios de servicio o utilidad. Esta es la visión de la presente tesina, que por supuesto no pretende ser utópica, sino realista, realizable y práctica.

Cada vez que he comentado con un gerontólogo, el hecho de que un anciano puede practicar karate, casi se echan las manos a la cabeza. Cierto que en los últimos tiempos, estos han dejado de considerar la vejez como una patología por lo tanto estos ven con muy buenos ojos que se realice ejercicio moderado o algún deporte tranquilo, pero solo al oír la palabra Karate parece que asusta, lógico desconocimiento . Pero ,¿y cuando se lo comento a un compañero ,“profesional del karate” y se descubre en su rostro un gesto de escepticismo?.

Cuando estos conceptos se analizan desde la prepotencia de la edad adulta, en una etapa de plenitud, y con unos conceptos sociales estereotipados, donde ciertamente ni siquiera en esta edad se acercan al karate, cualquier retroceso o disminución del rendimiento respecto de la misma puede ser considerado patológico, de tal forma que la vejez es como una enfermedad en sí misma, en la medida en que aleja al individuo de la pretendida normalidad por lo que es impensable la práctica del karate. En la actualidad se ha rescatado el concepto de vejez normal y se tiene en cuenta cómo se puede vivir esta etapa de la vida de forma armónica, de modo que las incuestionables disminuciones en la capacidad individual que se producen puedan no alejarse de los parámetros convencionalmente considerados como normales, indudablemente cuando se trata de la práctica del karate o de cualquier otro deporte, deberá adecuarse su práctica tanto a la persona como al entorno social.


ASPECTOS MÉDICOS DEL KARATE EN LA TERCERA EDAD:

El envejecimiento
El concepto dominante de envejecimiento, es el de la disminución, a lo largo de la existencia, del número de células metabólicamente activas del organismo. Esta disminución de la masa celular comportaría, en el plano fisiológico, una disminución de la eficiencia de las diversas funciones del organismo.

1. Causas que favorecen ese envejecimiento
a)-genéticas: No se puede hacer nada al respecto.
b)-comportamiento personal: Posibles intervenciones.
c)-entorno: Posibles intervenciones.

Se puede actuar para retardar ese envejecimiento: mejorando las condiciones de vida y de higiene. Menos stress, una actividad física regular y una buena dieta. Es necesario conservar el mayor tiempo posible la máxima agudeza intelectual y la mayor sociabilidad posible.

2. ¿Sobre que factores podemos actuar?

Sobre el comportamiento y entorno. Para ser realistas, hay que admitir que el estado del hombre en el momento de la jubilación, es una suma de desgastes, aunque no todos irreversibles.

El karate como actividad física, intelectual, manual, psicomotriz, socializante…es una forma de utilización de las horas libres que se ofrecen al hombre para la jubilación, forma parte de lo que podríamos llamar “una terapia de movimientos” destinada a contrarrestar la inmovilidad motora y cerebral.

BENEFICIOS DEL KARATE COMO ACTIVIDAD FÍSICA EN LA TERCERA EDAD:
Una vez aceptada la práctica del Karate-Do por las personas de edad avanzada. En cuanto a cada función, ¿que aporta el entrenamiento físico regular?.

1. Aparato locomotor:
Las propiedades contráctiles de los músculos senescentes afectan la coordinación general. Estos músculos requieren un estiramiento menor que los músculos jóvenes para alcanzar la tensión muscular máxima. De lo que resulta una pérdida de flexibilidad que se traduce en acciones y movimientos de una amplitud más limitada.

La resistencia del sujeto de edad está disminuida, pero para otros ejercicios no demasiado largos no ha sufrido modificación, por lo que el trabajo de kihón con pausas intercaladas es muy beneficioso.

La fuerza de los principales grupos musculares decrece por lo tanto, resulta importante un mantenimiento físico dosificado, moderado, regular. Y sobre todo, con mucho sentido común.

2. Aparato cardiovascular:

El entrenamiento regular, moderado, permite un descenso de la presión arterial en el esfuerzo, y asimismo un descenso de ésta en reposo. Por lo tanto, el entrenamiento diario influye favorablemente en las cifras de la presión.

Los métodos de relajación Zen, nunca en Seiza “tumbados o sentados apoyados en la pared”, son de gran utilidad para todos pero sobre todo para algunos hipertensos.

Como ya se sabe, la frecuencia cardiaca máxima de un sujeto normal varía en función de su edad. Disminuye progresivamente. Esta variación la indica la fórmula 220-la edad = velocidad máxima. Aunque yo prefiero aplicar sobre todo en personas que nunca han realizado ejercicio físico, la fórmula de Astrand: 220-la edad-20%.

Algunas precauciones


Usar las medias para varices durante el entrenamiento. Calentamiento lento y progresivo para no provocar un aumento de presión. Y cuidado con los cambios de posición que provocan un aumento de la tensión, por ejemplo: estar haciendo abdominales tumbados y levantarse rápidamente, o el realizar movimientos de katas que haya que agacharse y levantarse súbitamente.

3. Aparato respiratorio:

Es importante saber que la capacidad respiratoria no representa un factor limitante del ejercicio en los sujetos de edad. La reserva ventilatoria está, es cierto, muy disminuida pero aún es suficiente para abastecer del oxígeno necesario para un esfuerzo máximo (relacionado con la edad sujeto).

Hay que enseñarles a respirar correctamente, el realizar los diferentes tipos de respiración, ibuki, nogare e ibuki-nogare, y los diferentes tipos de katas respiratorios (sanchin, tensho). Les ayuda grandemente a concentrarse en la respiración.

El karate adaptado, como ejercicio físico es una medida preventiva sencilla y eficaz contra la insuficiencia respiratoria. Con el trabajo de karate hay un aumento de la presión arterial pulmonar. La zona superior del pulmón será irrigada de nuevo. El vértice vuelve a ser funcional.

Es necesario tratar de mejorar la estática de la columna vertebral, la herramienta más eficaz es el entrenamiento de las diferentes posiciones sin bajar demasiado, pero haciendo especial énfasis al mantenimiento recto de la columna.

Un buen profesor de karate sobre todo de personas adultas o de edad avanzada, debe de insistir sobre la importancia de una dieta equilibrada sobre todo en casos de obesidad.

Hay que tener prudencia con los ejercicios en posición acostado (hipoxia muy importante), además solo deberán tumbarse en el suelo en tatami o colchoneta no muy dura.

4– Sistema nervioso:

En la persona de edad se observa un tiempo de reacción más largo. Disminución en la velocidad de ejecución de las técnicas. Disminución en la precisión de los movimientos y combinaciones. Es conveniente no contar las repeticiones muy deprisa.

Es necesario entrenar la memoria (ejemplo: encadenamientos de varios elementos) Para esta memorización hay que presentar las situaciones lentamente para que la persona de edad tenga tiempo de percibir las diferentes sensaciones, para luego recordar correctamente.

Debemos insistir en el trabajo de orientación – trabajo perceptivo-motor y sensitivo-motor, ejercicios de coordinación, puño-pierna, defensa-ataque, etc. los propios del karate en general, así como ejercicios de equilibrio.

Motivación: Conducirlo a hacer proyectos, desarrollar la curiosidad. El perfeccionamiento cualitativo de las funciones paliará, entonces, el deterioro cuantitativo. Las neuronas tienen la capacidad de aprender, mediante el trabajo propio del karate, en el que se requiere un aprendizaje teórico-técnico y teórico-físico.

5-Funciones Sensoriales:

Hay que hacerse oír bien por todos y no dudar en repetir las explicaciones todas las veces que sean necesarias.

Debemos tener mucha atención en la utilización de determinados instrumentos, palos, bastones. Así como agarres a la cabeza etc., para las personas de edad que usan gafas, ya que difícilmente pueden prescindir de ellas en los entrenamientos. Los que utilizan lentes bifocales a veces plantean algunos problemas en las técnicas de Ippon-kumite, etc. con cambios de altura.


PSICOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA A PERSONAS DE LA TERCERA EDAD:

Hablar de la psicología de la persona de edad implica a primera vista reservas: en primer lugar, el problema de la edad representa inevitablemente referencias a la fisiología, a los metabolismos y a todo lo que se refiere de cualquier manera al envejecimiento corporal. Es cierto. Pero, si bien esos factores son importantes no completan la cuestión y no deberíamos considerar que el problema de la persona de edad en cuanto al funcionamiento psíquico es simplemente una consecuencia de envejecer y de las modificaciones producidas por la edad en el funcionamiento cerebral.

Se es anciano dentro de un sistema determinado, y el sistema pesa mucho sobre la manera como se vive la edad, tanto en lo físico como en lo moral. Por lo tanto, debemos tener cuidado con el criterio de tiempo, es relativo; también con el criterio del individuo aislado, es un mal criterio; se requiere toda la existencia y todo el sistema para comprender a la persona de edad avanzada.

1-Aspectos importantes de la psicología de la persona de edad.
aspecto intelectual: La persona de edad tiene menos memoria, menos atención, menos capacidad para aprender las técnicas, sobre todo las más complejas, etc. También es cierto que en el plano sensorial, se producen cierto número de disminuciones. La vista, el oído, son menos buenos, por lo menos con menos agudeza.

En cuanto a la memoria, como apuntaba antes, parece que tiene carencias en cuanto a la memorización inmediata o reciente. Cuando uno es joven realmente uno retiene sin hacer esfuerzo, una persona de edad puede retener igualmente pero el esfuerzo que debe de hacer es mucho mayor.

La atención que tienen es reducida. Algunas veces cuando en entrenamiento es repetitivo, pierden la curiosidad, hay que hacer como con los niños, motivarles y cambiar continuamente la forma y los entrenamientos, para mantener despierta su atención debemos de despertar en ellos su curiosidad por lo que hacen.

Se denota un cansancio por las tareas intelectuales. Aunque la comparación sea extraña, la persona de edad es como un niño, lo único que el niño esta deseoso de descubrir el mundo y lo que le rodea, la persona de edad, como se suele decir esta de vuelta de todo. Se podría decir entonces que la capacidad de curiosidad esta reducida, para mí lo que esta reducido es la capacidad de propuestas ofrecidas a la curiosidad. En tanto que el medio sea estimulante, la curiosidad existe.

La capacidad de observación es mayor en relación con la tendencia a la distracción del niño o del joven. Cuando no se puede mantener la atención, una investigación seria sobre alguna combinación técnica puede permitir a la persona de edad realizar un esfuerzo de atención necesario, de la misma manera que si bien su posibilidad de fatigarse es mayor, en cambio está menos presionado, realmente dispone de todo el tiempo del mundo para realizar lo que le gusta, y por poco interés que éstas tengan, las hará muy bien.

Lo que intenta ante todo es evitar los fracasos. El fracaso es costoso. Cuando se es joven, el fracaso puede arreglarse al precio de un gasto extra de energías ya que sobran. En cambio el sujeto de edad conoce el precio del fracaso. Hay que intentar por parte del profesor de karate, que cualquier posible ejecución, sea lógica y naturalmente realizable por todos y por descontado intentar personalizar cada ejecución, evitando de esta forma la duda, o el posible riesgo de fracaso.

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